La artista boliviana Vogel Apacheta y el color como fuente de espiritualidad

El Invitado de RFI

La artista boliviana Vogel Apacheta acaba de inaugurar en ‘La Caféothèque’ de París, una exposición en la que con el título ‘Auroras tropicales’ nos muestra su trabajo reciente.

Naturalmente ha estado con Jordi Batallé en El invitado de RFI.

Vogel Apacheta (La Paz, Bolivia. 1984) vive y trabaja entre París, Francia y Berlín, Alemania. Nacida a 3.600 metros de altitud sobre el nivel del mar, su pintura vibrante, alegre y vivaz debe mucho a sus raíces latinoamericanas y a la atmósfera ligeramente enrarecida de las alturas andinas.

Él resume los colores cálidos y fríos de su infancia, entre el sol y los glaciares, pero reinterpretada a través de una expresión que evoluciona durante su encuentro con el maestro occidental. pintores, descubiertos más tarde en su educación, completados en Francia, Le Mans y Berlín. La artista, que en su adolescencia se definió como una mitómana, inventa y narra historias que mezclan realidad e imaginación, donde ella es parte integral, incluso la principal. personaje. El resultado son grandes lienzos libres, pintados en el suelo de su estudio, que, como Joan Mitchell, no encajan en ninguna de las clasificaciones preestablecidas y a menudo simplistas de la historia del arte. manuales.

No es ni abstracto ni figurativo. Narrativa sin duda, pero de historias cuyo argumento sólo ella conoce y nos revela sólo a través de fragmentos, a menudo indistinguibles, que permiten al espectador construir sus propios escenarios y convertirse a su vez en un mitómano. Según palabras del artista, este ejercicio puede convertirse en una herramienta para descubrir el mundo, experimentar la realidad de nuestras sociedades, reflexionar sobre su futuro, o su inexistencia